¿Cómo nos comunicaremos? Segunda parte

Se habla mucho menos, se escribe casi nada y de hacerlo, se hace mal y deprisa.

hablar

En el post anterior me refería de forma  resumida, al camino emprendido por la especie humana (Homo sapiens) en su andadura para comunicarnos entre nosotros.

Desde siglos atrás fuimos aprendiendo el lenguaje oral y el lenguaje escrito y comprendimos que había otras formas de comunicación silenciosas  como el lenguaje de los gestos , también supimos la importancia del arte en todas sus versiones, como la artesanía, la escultura,  la pintura, la música o las artes escénicas  entre muchas  otras expresiones artísticas, porque ello nos aportaba emociones  y sentimientos.

Aprendimos a leer y a escribir. Nos enseñaron la importancia de la buena redacción escrita y la adecuada expresión oral, nos obligaron a estudiar gramática  y algunos como yo, la preciosa caligrafía.

Aprendimos la dificultad de la escritura con una plumilla de acero adaptada a un mango de madera. Tomando unas gotas de tinta «china» de un pequeño frasco de vidrio, rellenábamos algunas páginas en una libreta  en la que todas y cada una estaban marcadas con suaves rayas a modo de ayuda para seguir  escribiendo en horizontal los textos que el profesor nos indicaba. Entonces se denominaba con mucho respeto SR. PROFESOR, porque teníamos claro que gracias a ellos aprendíamos.

En esa época, que algunos notamos en falta, te castigaban a escribir con buena letra 100 veces la misma frase «…me portaré bien, me portaré bien…»

Y todos contentos.

niño escribiendo

Pero esa generación, la ÚNICA desde que existe la raza humana, hemos tenido la suerte  de vivir momentos mágicos, nacer sin Televisión, sin apenas coches, sin nada de lo que hoy existe como sistemas de comunicación. Es decir, hemos vivido el inicio de todo ello y estamos viendo todo el proceso tecnológico como si de una película se tratase, pero real.

En mi época de promotor de ventas (hoy se le llama Gerente Comercial o Product Manager y muchas cosas más  que a veces son difíciles de entender  para todos, pero quedan bien para dar imagen de empresa), la comunicación verbal y la escrita mediante una buena redacción en una carta o un fax, formaba parte fundamental en las relaciones comerciales. Todavía recuerdo que en las pruebas de acceso a ciertos puestos de trabajo se pedían pruebas escritas y el envío del «curriculum vitae» escrito a mano.

Es triste que nuestra forma de comunicación nos esté llevando a hablar mucho menos, escribir casi nada y, de hacerlo, mal y deprisa.

Y se vuelve al lenguaje de los signos similar a la edad de piedra, pero sin pintar en la roca en una cueva, que aquello si era un arduo y lento trabajo.

Se clica una o varias veces en una tecla de un dispositivo y se envía por el aire una serie de dibujitos, con manos, caritas y un sinfín de iconos; incluso en los teléfonos móviles hay una función para oír el mensaje de voz recibido a más velocidad, distorsionando la voz del pobre mensajero.

Todo ello ¿para qué?

 

emojis

Ese tiempo que supuestamente se ahorra reduciendo al mínimo las frases o la lectura o el escuchar el mensaje, ¿para que se utiliza? Para seguir inmersos en los mismos dispositivos, mirando las noticias de unos y de otros, muchas sin sentido alguno?

Y cuando la inteligencia artificial avance sin  pausa y tengáis (yo ya no estaré)  dos mundos, el real en el que puedes  hablar con palabras y personas como tú, con sentimientos y emociones; y el metaverso, ese mundo irreal y  falso que se podrá hacer a medida de cada uno.

Entonces ¿cómo nos comunicaremos? Y ¿con quién lo haremos?

Es posible que alguien, cuando lea este post, me envíe como respuesta, no un comentario sobre ello, que podría crear un debate formativo para ambos, sino  varios dibujitos con caritas, ok o algo similar.

¡Al menos que sean dibujitos positivos! Gracias

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