Los gastos imprevistos
Todos conocemos o disponemos de una cantidad de recursos financieros para hacer frente a nuestros gastos previstos; esos recursos, en definitiva ese dinero, casi siempre es limitado en función a unos ingresos derivados por nuestro trabajo o por rentas de capital o por prestamos que hay que devolver en un plazo. Lo que no conocemos, son los gastos consecuentes por los llamados «imprevistos».
En la planificación de la gestión de la empresa comercial, aunque sea unipersonal, existe o debería existir un plan de ventas, que conlleva un plan de compras y a la vez un plan financiero.
En el plan de ventas se marcan unos objetivos y unas acciones y gastos comerciales. Con ello se puede planificar una parte de las compras y en función de los plazos de entrega de los proveedores, formas de pago y unas necesidades financieras para cumplir con los abonos y gastos fijos.
Es posible entonces que se deba rehacer el plan de negocio por falta de algunos recursos económicos, porque la capacidad de dinero, al igual que ocurre en la vida familiar, es limitada.
La previsión de las ventas es algo que se considera probable si se hacen ciertas acciones, pero por distintos factores puede que no se cumplan las expectativas o que el margen previsto sea distinto (casi siempre inferior).
En cuanto a los gastos comerciales para llevar a termino las ventas presupuestadas, ocurre algo distinto: muchos de esos gastos se hacen antes de tener seguro la consecución de los objetivos, por ejemplo el gasto para la confección de un folleto se hace anticipadamente.
Algunos directores de venta se olvidan de algo muy importante: casi siempre los gastos de ventas se cumplen o se superan antes de acabar el año comercial, pero no siempre se cumple la previsión de ventas.
Durante el periodo comercial acordado, como por ejemplo un año, surgen «imprevistos» y a veces pueden ser notablemente negativos.
En mi camino empresarial aprendí a añadir al plan financiero una buena partida de imprevistos, «por si las moscas».
Si existe una planificación bien hecha, y con frecuentes revisiones, es posible hacer correcciones y evitar algún disgusto.
De modo que un plan de ventas no se puede hacer sin contar con la capacidad financiera que tiene la empresa, lo mismo que una unidad familiar y con una previsión de imprevistos.
Nota: La complejidad actual en el campo comercial, con tantísima oferta y menor demanda, hace más difícil desarrollar un plan de empresa si no hay una larga trayectoria anterior, no solo es fundamental planificar, sino también es muy aconsejable ser prudente y no lanzarse a arriesgadas aventuras, mejor poco a poco porque la prudencia es una virtud.
Las dos palabras habituales «he vendido» solo se debe utilizar cuando el producto esta cobrado. Y esto tan simple a veces se olvida.
Muy esplicito
Si no cobras no está vendido
Ok. Muy bien explicado.
Como bien dices, tanto en las empresas como en el ámbito doméstico es indispensable disponer de un fondo para imprevistos que casi siempre surgen.
Muy ùtil…especialmente para aquellos que esten comenzando su independencia economica…saliendo de casa.
Muy buen artículo! Así es, una buena previsión ( siempre objetiva) evita futuros disgustos
Como siempre Lorenzo no muestra en sus artículos toda su enorme experiencia y sabiduría comercial.
Muy buenos consejos, también para quienes brindamos servicios en vez de vender productos. Gracias Lorenzo por compartirlos!