Tiempo de elecciones. ¿A quién votar?
Tiempo de elecciones ¿A quién votar?
En plena guerra por conseguir votos, muchos partidos políticos prometen nuevas ayudas económicas para algunos grupos de personas. Tengo la impresión, cuando oigo las promesas de «os daremos dinero para esto y lo otro», que esos cientos de millones de euros parecen que caen del cielo. Se habla de ello de un modo frívolo, seguramente ni siquiera con un análisis anterior, como si ello fuese «coser y cantar».
Y ese dinero (si es que se reparte como dicen) de algún lugar debe salir, porque debo suponer que quienes lo proponen saben sumar y restar, o tal vez solo sumar. Aunque me temo que aparecerá «alguien o alguiena» como algunos lo llaman ahora, que sugerirá nuevos impuestos. Y de seguir así algunos dirán: basta ya.
La impresión es que, a base de subvenciones, pagas especiales, ahorro en algún transporte y un larguísimo etc., se quiere convencer a un sector mayoritariamente de jóvenes para que con ello les den un voto a su candidatura. Con ayudas sin demasiado control, con continuas subvenciones para muchos, tampoco bien controladas, con un incremento de clases pasivas, con un aumento de empleados del estado y con el incremento de la deuda publica, no se hace camino. Vamos mal como sociedad.
¿Por qué no se fomenta algo que es bueno para la mente y la salud?
TRABAJAR, crear puestos de trabajo, crear industria.
¿Para qué puede servir una ayuda en las hipotecas si después el que la recibe no tiene un trabajo estable y bien renumerado? Simplemente no podrá pagarlas.
¿No es mejor, en muchos casos, que en lugar de distribuir una ayuda al que no trabaja, se conceda la misma ayuda a la empresa a cambio de que contrate personas?
No es difícil de entender que, si al empresario que arriesga hasta su camisa, se le castiga una y otra vez con normativas, impuestos de todo tipo, etc., lo probable es que llegue un momento que su negocio deba cerrar, porque seguramente no quiere seguir arriesgando más de lo que le queda y que cada vez es menos.
¿Es una solución que se concedan ayudas continuamente? No lo es, es un parche, porque el problema de raíz es el mismo.
Las personas en situación de poder trabajar, deben tener la oportunidad en poner en marcha sus conocimientos, sentirse útiles a la sociedad, poder crecer en su desarrollo como persona y para ello deben trabajar.
Hagamos políticas de empresa, no de partido político, creemos riqueza para el país, motivemos a las personas que quieren trabajar, ayudemos a quienes pueden contratarlas, no les castiguemos, no son los malos como parece algunos/ algunis/ algunas, fomentan, es justo a revés. Lo grave es seguir haciendo que las subvenciones se conviertan en parte de una forma de vivir. Eso es pan para hoy y mucha hambre para mañana.
Si hay mas puestos de trabajo, se genera mayor facturación y con ello mejor recaudación de impuestos.
No pueden dejar un país para los próximos legisladores con una situación económica grave.
Hablen Uds., señores políticos en sus discursos, de cómo solventar el problema de los puestos de trabajo. No nos expliquen historias que no son creíbles, no nos engañen. Nuestro país, como todos, necesita emprendedores, gente que se arriesga, que se deja la piel, esos son quienes pueden crear riqueza para todos. Aprendan de ellos, creo que es fácil, nos hacen falta políticos de mucho nivel, gente formada y seria, menos voceros del reino a modo de juglares y trovadores y, desde luego, menos asesores, menos ministerios creados para contentar a unos y a otras, crear ilusión y confianza.
Han olvidado que quienes han hecho crecer España en su conjunto no han sido Uds., señores políticos y políticas y politiquillos, hemos sido todos y cada uno de las que hemos trabajado y todos los emprendedores pequeños y grandes que han creado, aunque sea, un solo puesto de trabajo.
- CONTROLAR LAS AYUDAS, que no sea el caso que en algún lugar la suma de ellas motive a algunas personas a no querer trabajar. Ojo con ello.
- AYUDAR A LAS EMPRESAS
- REDUCIR MUCHOS GASTOS DEL ESTADO
- PROTEGER NUESTROS PRODUCTOS, (¿tal vez con aranceles?) en lugar de importar los mismos que aquí se fabrican o se cultivan.
Y si no saben hacerlo, pregunten a todos los que están dando el callo cada día para mantenerles a Uds. en sus cargos políticos, muchos por cierto innecesarios.
O váyanse, por favor.
El problema siempre es el mismo: ¿a quién votar?
Elemental querido.
Totalmemte de acuerdo con tigo Lloren…
Comprar votos…por eso es lo hacen lo partidos politicos, no es la solución. Esto es pan hoy, y hambre mañana…u hoy mismo insisto.
Complicat saber a qui votar. Val a dir també, que depèn de la zona on vius, i que no és el mateix unes eleccions municipals que unes generals. Però deixant de banda la política, doncs no sé fins a quin punt hi podem influir, tinc el mateix dubte….on van els diners de l’administració? ja us dic que no van al lloc correcte, que seria a qui els genera, les empreses.
Estem en un país, i me n’he adonat des de que tinc una petita empresa, on no es cuida als emprenedors. Tinc l’empresa des del 2018, amb la pandèmia entremig, i només són entrebancs… ICOs, ERTOs, pujada dels autònoms, cap tipus de descompte o deferència en el pagament d’impostos, i un llarg etc. Nosaltres, les empreses, som les que creem llocs de treball i se’ns maltracta totalment. Aquells llocs de treball que es cuiden o tenen avantatges en aquest país avui en dia són els de l’administració pública, així que quan un empresari es planteja tancar el negoci i «treure’s una plaça pública» com a millor opció, és que alguna cosa no va bé, gens bé!
Comparto tus reflexiones Lorenzo. Es preferible enseñar a pescar al necesitado que regalarle pescado.
Lamentablemente, los partidos políticos se han convertido en maquinarias electorales cuya prioridad es ganar elecciones en lugar de solucionar los problemas de los ciudadanos. Ello comporta que sus propuestas sean efectistas/populistas y a corto plazo (patada adelante con el incremento de deuda pública, insostenible a futuro). Y brilla por su ausencia la voluntad de buscar amplios acuerdos en los temas fundamentales. Más concordia y menos enfrentamientos!
Pero la democracia parlamentaria es el sistema político mejor. Por tanto, toca participar votando al partido menos malo, aunque sea sin convicción o por eliminación.
Ánimos y que la suerte nos acompañe…
Excelente! Es el mal de nuestro tiempo.